Era la época en que se decretó persecución y muerte a la inteligencia y a cualquier actitud de protesta, de expresión contraria a quienes detentaban el poder o resistían a las políticas represivas contra el pueblo. Se trató de un drama humano que la sociedad en general ha evadido enfrentar y que se convierte en un grave y complejo problema que debe ser asumido por la sociedad entera, involucrándose para resolverlo; un "nudo a desatar", especialmente con la participación de las autoridades y las instituciones relacionadas con el tema, en una muestra de voluntad de cambio y de afrontamiento.

Hoy se trata no sólo de retomar la bandera de la búsqueda de desaparecidos, la verdad y la justicia por los crímenes que se dieron y que fueron escalofriantes, sino también de dignificar la memoria de los caídos, de hacer un homenaje a quienes representan esa lucha por la construcción de la otra Guatemala que aún no vislumbramos.

En este pequeño trabajo queremos dignificar la memoria de los caídos, de aquellos que fueron asesinados a sangre fría, de quienes fueron secuestrados y desaparecidos y de aquellos que, habiendo estado en las garras de los criminales, lograron escapar con vida y han dado testimonio de lo que representaron esos años. Qué mejor que quienes se salvaron de la vorágine de la violencia estatal estén con nosotros y les estemos reconociendo su lucha y esfuerzo, en vez de llorar su muerte o su ausencia permanente de este valle de lágrimas en que convirtieron a Guatemala los artífices de la muerte.

Show Buttons
Hide Buttons