Las primeras notas de esta biografía mínima de Monseñor Gerardi se empezaron a escribir con el nerviosismo y el sobresalto de la noticia trágica de su asesinato, y pocas horas después de tan execrable hecho. ¡El desconcierto nos paralizaba! Y los "porqués" se agolpaban en nuestra mente sin respuesta, sin explicación. ¡Cómo es posible! La realidad nos doblegó para rendirnos a la evidencia. Su muerte nos llegaba a todos por igual, para golpearnos en lo más profundo.

Al avanzar los días y al contemplar al pueblo de Guatemala renovar fuerzas ante el féretro de Monseñor Juan Gerardi. su figura solemne y a la vez. cercana y sencilla, se contemplaba mucho más llena de pueblo y sin duda más radiante de Dios, del Dios fiel a la causa de los pobres y los humildes, a quien él sirvió de corazón.

Ese pueblo que llega a rendir el adiós agradecido a un hombre y a un Obispo, a un ser humano y a un representante de Dios, estaba reconociendo cabalmente el signo: sí, el signo de los tiempos, en una historia que ya creíamos de paz.

Juan Gerardi: un signo de Dios, con su vida y en su sangre derramada; un testigo fiel de Dios, que disfrutó de la sencillez de la vida, haciendo lo posible por sembrar humanidad en todo lo que emprendía. Esta fue la pasión de este hombre de cielo y de pueblo, este atleta de Jesucristo, que es Monseñor Juan Gerardi Conedera.

Dedicamos estas breves notas biográficas a cuantos se enriquecieron con el ejemplo de su vida, a cuantos le recuerdan porque lo conocieron de cerca, a quienes fueron confirmados por él en la fe de la Iglesia, y a cuantos puedan estar abiertos al don de Dios al leer estos rasgos de su vida y actuación pastoral.

Show Buttons
Hide Buttons